lunes, octubre 26, 2009

lila díaz



Lila Díaz (Santiago, 1975). Poeta, artista plástica y Master en edición. En 1997 recibió la beca de creación literaria de la Fundación Pablo Neruda y posteriormente publicó los libros Cacería (Editorial Ril, 1999) y Léxico Fuego (Ediciones del Temple, 2001). En el 2003 la revista “Calabash” de la Universidad de Nueva York publicó sus poemas en edición bilingüe. En el 2004 la revista “Rattapallax” de Nueva York publicó parte de su trabajo inédito “Mansiones de Guerra”. Sus esculturas en vidrio han sido exhibidas en el Instituto Chileno Alemán de Cultura, en la galería de la Fundación Pablo Neruda y en la Universidad Diego Portales.



(De Léxico fuego)


MECÁNICA


Nada hay en su arte
nada en el sable
o la mano abierta del guerrero
nada nuevo en la derrota
sólo mecánica del golpe
perfecto trazo del dibujo.



EL ORIGEN


El grito al cielo al centro es una luz
un canto de océanos al cuerpo
En el espesor
la marea se detiene
Ciegos los ojos en esa luz
Y el grito es ahora el océano
Despierto

En el cuerpo que al centro es una luz.




(De Mansiones de Guerra, inédito)

Mano armada

A una mujer se le humedecen las manos
y camina en círculos las calles de Chile,
lleva un arma envuelta en pañales
un no nato
que disemina esporas y balas.


La mujer metralleta destella
la pólvora de sus mejillas,
cada latido de sus venas
es un nuevo mantra,
un zumbido que cae a gotas
un segundo antes de la emboscada.


A una mujer se le humedecen las manos
y tiembla el gatillo en el cielo que la acompaña.




(De libro sin título)



Mesera de cócteles


La mesera lleva una cruz colgada al cuello
la mesera oriental tiene una cruz de oro y una falda pequeña
derrama los vasos mientras camina, se ríe.
No, no soy católica y mete el dedo entre la cruz y la cadena
como quien estira un chicle entre los dedos.


No, no soy católica, es solo un accesorio.



(Inédito)



Santuario



La Virgen levanta sus manos
y abruma el perfume
en el manto de su presencia.
Extiende los brazos,
dispara
con alcance perfecto
los misiles de sus dedos.

El blanco inmaculado delata
no hay flores mustias en agua santa.

En su jardín el decorado espanta.
Perfectas vírgenes de yeso
alertas al grito
moran el campo de batalla.
Una plegaria abre sus ojos
inmutables en la espera,
en el refugio de puño y destello
santuario eterno

de naturaleza muerta.

 

DESBORDES Encuentro de arte femenino.Contacto:desbordesencuentro@gmail.com- Santiago de Chile, 2009.